La Estrella sobre la Batalla
Era todo lo que le quedaba de ella. Todo lo que le recordaba de aquella hermosa sonrisa, aquellos ojos grandes y castaños, aquella piel blanca y suave. Una simple, y a la vista de cualquiera, insignificante estrella que ni siquiera le pertenecía por completo.
Sus suspiros fueron ahogados con los estallidos de las bombas que caían no muy lejos de donde él se encontraba solo y portando un arma y un casco lastimado y sucio.
Parecía increíble que esa estrella lo siguiera, tan brillante como la mirada de su amada. La estrella siempre parecía esquivar las nubes negras de humo para que él la pudiese ver.
Esa es mi estrella favorita. Ella le dijo una vez. Su nombre es Ankaa.
Desde entonces él nunca le había perdido la pista a la estrella. Cada noche la buscaba, y al encontrarla, sonreía.
Diez hombres pasaron como torpedos a su lado, diez hombres que corrían hacia el ataq